Hoy os presento La vaca que puso un huevo, del escritor Andy Cutbill, el ilustrador Russell Ayto y la editorial RBA.
Es un álbum chistoso y divertidísimo, por las rimas y las fantásticas ilustraciones, pero con un trasfondo bastante profundo. Me encanta cómo conjuga humor y educación en valores.
La protagonista, Macarena, tiene problemas de autoestima porque es diferente a las demás vacas, por lo que las gallinas deciden ayudarla para que se sienta mejor.


Se trata de un cuento ideal para trabajar conceptos como la autoestima, la empatía, la amistad, la solidaridad y la envidia, además de los animales ovíparos y vivíparos.
Para mí es imposible recordar esta historia y no pensar que, como en el cuento de Macarena, en esta vida hay bastantes vacas (personas competitivas, envidiosas, que sólo piensan en sí mismas y se miran su propio ombligo) y cada vez menos gallinas (personas empáticas, respetuosas, tolerantes y que ayudan a los demás en la medida de sus posibilidades). Por cierto, las características que he mencionado sobre las vacas del cuento son compartidas con el narcisismo, por lo que son banderas rojas a tener en cuenta, ahí lo dejo…
La vaca que puso un huevo es un cuento que encanta y divierte muchísimo a grandes y peques, porque les hace reír un montón, rompe sus esquemas, les hace plantearse (y plantearte) muchas preguntas y porque su final es muy gracioso y sorprendente.
Edad recomendada- A partir de 3 años

Eva H. Hernanz
Madrid
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