La psicopedagogía es Respeto
- Respeto a otras formas de pensar y de hacer. No hay una forma única de educar, todas son válidas mientras partan del amor.
- Respeto a la individualidad. Cada criatura es diferente y tienen sus propias habilidades, características, gustos, intereses, ritmo e incluso forma de aprendizaje. No hay una sola manera de aprender, por tanto, no debería haber una sola manera de enseñar.
- Respeto a quienes son distintos (en realidad todas las personas lo somos) y a quienes aprenden de manera diferente.
La psicopedagogía es Amor
- Amor hacia quien aprende. Educar desde el amor es la mejor manera de que nuestras criaturas aprendan.
- Amor por el proceso más que por los resultados. Los profesores que aman lo que hacen siempre serán mejores profesionales, independientemente de la metodología que elijan.
La psicopedagogía es Sentido Común
- Sentido común a la hora de aplicar los preceptos del enfoque pedagógico o estilo de crianza que adoptes. Si tienes dudas a la hora de llevarlos a la práctica, escucha a tu intuición y usa el sentido común, te indicarán qué es lo apropiado.
- Casi todas las corrientes educativas brindan enseñanzas valiosas que se complementan. Como persona que educa, debes escoger aquella o aquellas en las que creas, con las que te identifiques y con las que te sientas cómoda.
- Es muy eficaz rescatar lo mejor de cada corriente educativa y usar un método ecléctico basado en el sentido común.
La psicopedagogía es Empatía
- Empatía hacia quien aprende. Comprender las necesidades y motivos del comportamiento de la criatura nos ayuda muchísimo a la hora de ayudarla a aprender y avanzar.
- Empatía hacia los demás. Ponernos en el lugar de la otra persona nos permite entender cómo interpreta el mundo que la rodea y cómo aprende. De esta forma, nos será más fácil diseñar un plan de trabajo que le ayude a adquirir nuevos conocimientos y a evolucionar como persona.
- Si bien es cierto que muchas personas tienen altos niveles de empatía de forma innata, ésta es una capacidad que se puede potenciar y desarrollar (a no ser que seas un psicópata).
La psicopedagogía es Paciencia
- Paciencia a la hora de ver cumplidos los objetivos, avances, logros y metas que nos propongamos con las criaturas.
- Paciencia para transmitir nuestras enseñanzas o mensajes. Quien educa, modela o pretende ayudar debe repetir una y otra vez. Y si el método o las herramientas utilizadas no funcionan, es importante tener la capacidad de cambiarlas por otras.
- Paciencia con el discente y sus posibles distracciones, recesos, errores o retrocesos en su camino de aprendizaje. Sólo así podrá aprender de sus errores y volver a empezar de nuevo cuando lo necesite.
- Paciencia para disfrutar de cada instante, de todo el proceso tan bonito que es la enseñanza. Las prisas por obtener resultados solamente generan ansiedad, tanto en quien debería aprender como en quien pretende acompañar y enseñar.
- La paciencia también se aprende y se potencia. Enseñemos a nuestras criaturas que la calma y la paciencia tienen su recompensa. Y, por supuesto, procuremos predicar con el ejemplo.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
Probervio persa
La psicopedagogía es Coherencia
- Coherencia a la hora de manifestar nuestras ideas, enseñanzas y a la hora de escoger nuestras opciones. Si no nos mostramos como personas lógicas y congruentes en la transmisión de nuestras ideas y postulados, crearemos desconfianza o inseguridad en las personitas que nos acompañan.
- Coherencia a la hora de comportarnos, de forma que nuestras acciones vayan acorde a nuestros valores y a nuestro discurso. Una vez más, predicar con el ejemplo nos confiere sensatez.
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Eva H. Hernanz
Madrid
contacta@mamaevapsicopedagoga.com