Publicado en Educación, Psicología, Psicopedagogía

Locus de control, efecto Pigmalión e indefensión aprendida. Qué son y cómo están relacionados

LOCUS DE CONTROL

El locus de control es un rasgo de personalidad que define a los individuos según la percepción que tienen sobre las causas de lo que les ocurre. O, dicho de otro modo, es la manera en que una persona percibe si el origen de su propio comportamiento depende de ella misma o de factores ajenos a ella.

Es decir, una persona con locus de control externo atribuye principalmente lo que pasa a su alrededor y cómo lo vive, lo siente o lo experimenta a la suerte, al azar, al destino, al karma, a Dios o a la voluntad de otras personas, pero nunca a sí misma. Por lo tanto, su actitud ante esas circunstancias será mayormente pasiva, pues entiende que no hay nada que ella pueda hacer para cambiar las cosas o para mejorar las emociones o sentimientos que esos hechos le producen. Mientras que una persona con locus de control interno pensará que lo que pasa a su alrededor y cómo lo vive, lo siente o lo experimenta depende en gran medida de sí misma, de cómo ella lo afronte, de sus capacidades, de las decisiones y de la postura que adopte ante esas circunstancias. De esta forma su actitud ante las cosas que le ocurren será mucho más activa.

Locus de control interno
Locus de control interno
Locus de control externo
Locus de control externo
Locus de control y ejemplo de interno y externo
Locus de control y ejemplo de interno y externo

El locus de control y la felicidad

Una persona con locus de control externo atribuirá la responsabilidad de su felicidad a factores externos: una buena noticia, tener pareja, que le toque la lotería… Del mismo modo culpará de su infelicidad al hecho de recibir una mala noticia, de no tener pareja o de que ésta le deje, de no tener trabajo…  Teniendo esto en cuenta, es fácil darnos cuenta de que muchas personas con depresión poseen un locus de control externo.

Una persona con locus de control interno atribuye su felicidad a sí misma, independientemente de los acontecimientos que ocurran. No podemos negar que ciertas circunstancias y vivencias (ruptura o separación sentimental, enfermedad o fallecimiento de un ser querido, problemas económicos, etc.) obstaculizan la felicidad. Pero sí que está en nuestra mano afrontarlas de forma algo menos negativa, sin dejar de ser realistas, permitiéndonos el tiempo que sea necesario para el duelo, pero haciendo lo que esté a nuestro alcance para mejorar o adaptarnos de forma apropiada a dichas situaciones.

Como se puede deducir de todo lo anteriormente expuesto, lo recomendable es que tengamos un locus de control interno en la mayoría de las ocasiones. Al tener la percepción de que los acontecimientos dependen en gran medida de nuestras propias acciones, actitudes y pensamientos, estaremos percibiendo asimismo que tenemos el control de nuestra vida.

EFECTO PIGMALIÓN

El efecto Pigmalión hace referencia a la influencia potencial que una persona puede ejercer sobre el rendimiento de otra. Tiene estrecha relación con la PROFECÍA AUTOCUMPLIDA, que es una predicción que incita a actuar de forma que dicha predicción se cumpla.

Efecto Pigmalión 1
Efecto Pigmalión 1
Efecto Pigmalión 2
Efecto Pigmalión 2

INDEFENSIÓN APRENDIDA

La indefensión aprendida hace referencia al comportamiento pasivo de una persona (o un animal) por sentir que es incapaz, que no puede hacer nada para cambiar su situación, tras haberlo intentado anteriormente y no haber obtenido el resultado deseado.

Ante este hecho la persona “aprende” que es inútil realizar cualquier esfuerzo, de modo que dejará de intentarlo. Esto genera, a su vez, un sentimiento de falta de control ante ciertas situaciones, ya que poseerá en ellas un locus de control externo. De tal manera considerará que lo que le ocurre y cómo lo afronta depende de factores ajenos a su persona, razón por la cual siente que no puede hacer nada para cambiarlo. La indefensión aprendida está estrechamente relacionada con las víctimas de maltrato psicológico, el estrés post-traumático complejo, la depresión, algunas formas de ansiedad y otros trastornos que correlacionan la percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación.

Ejemplos de indefensión aprendida

Ejemplo 1 de indefensión aprendida
Ejemplo 1 de indefensión aprendida
Ejemplo 2 de indefensión aprendida
Ejemplo 2 de indefensión aprendida

En este segundo caso, al final se hará realidad la profecía autocumplida (efecto Pigmalión), ya que el niño llegará a creer que no es capaz.

Ejemplo 3 de indefensión aprendida
Ejemplo 3 de indefensión aprendida

Pongamos que en este tercer ejemplo la profesora le ha estado diciendo a la criatura en reiteradas ocasiones que es una vaga, que no sirve para estudiar, que va a fracasar… Al cabo del tiempo estas palabras, junto con la indefensión aprendida de la criatura, acaban confirmando el efecto Pigmalión.

https://www.psicoadapta.es/blog/locus-de-control/

https://www.psicoadapta.es/blog/que-es-la-indefension-aprendida/

https://www.psicoadapta.es/blog/que-es-el-efecto-pigmalion/

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Eva H. Hernanz

Madrid

mamaevapsicopedagoga@gmail.com

Autor:

Licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Salamanca, Promotora de Igualdad y divulgadora especializada en educación infantil, alta sensibilidad, educación emocional y maltrato.

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