Publicado en Abuso narcisista, Maternidad y crianza, Psicología

El impacto de los entornos disfuncionales en la infancia: una mirada desde el método PARCUVE

Cuando una criatura crece en un entorno disfuncional marcado por los abusos, la negligencia o algún tipo de maltrato, incluido el abandono emocional, su cerebro y personalidad se ven profundamente afectados. Desde una edad temprana, la niña o niño estará en un constante estado de alerta y ansiedad. Su sistema nervioso se moldeará en función del peligro, y su forma de relacionarse con el mundo quedará condicionada por la necesidad de supervivencia. Este estado de alerta continuado afecta el desarrollo de estructuras cerebrales como la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal, generando dificultades en la regulación emocional, la memoria y la toma de decisiones.

Sabemos que separarte de la persona abusiva es un paso indispensable para procuraros a tus criaturas y a ti una vida más equilibrada y sana y es el primer paso para tu recuperación. Pero no nos engañemos, no es la panacea. Desgraciadamente, tienes que seguir lidiando con esa persona y muchas veces no te lo pondrá nada fácil (por decirlo muy finamente), lo cual repercutirá directamente en vuestros hijos e hijas.

No te comparto esta información para asustarte ni para añadir más preocupación a tu vida, sino para que comprendas lo que quizá te ocurrió a ti en la infancia y lo que podría ocurrirles a tus criaturas. De esta forma conocerás qué es lo que tienes que observar y podrás estar atenta para detectar posibles señales de alerta. Piensa que cuanto más temprana sea la intervención, más probabilidades de éxito tendrá.

Siguiendo el método PARCUVE, podemos comprender las dos principales respuestas de la criatura ante un entorno que no cuida de ella ni satisface sus necesidades básicas de amor y seguridad.

1. La desconexión emocional (apego evitativo)

Cuando las figuras de apego son agresivas, abusadoras o muy negligentes, el niño o niña se ve abligada a separarse emocionalmente de ellas para no sufrir. En este caso, la criatura sufre una sobremaduración de la psique, lo que le lleva a desarrollar un apego evitativo. El pequeño construye un falso yo evitativo, que internaliza sentimientos de odio y rabia como parte de su forma de ser. La criatura resuelve su dolor evitando la conexión consigo misma y con los demás.

🔹 Consecuencias a nivel de personalidad:

  • Desarrollo de un falso yo autosuficiente y aparentemente independiente
  • Dificultad para expresar emociones o identificarlas en sí misma y en los demás
  • Imposibilidad de conectar emocionalmente con otras personas
  • Temor a la intimidad y al compromiso en las relaciones
  • Tendencia a minimizar la importancia de los vínculos afectivos
  • Sensación constante de vacío o desconexión interna
  • Racionalización excesiva y evitación de conflictos emocionales

A partir de la adolescencia y en la edad adulta, hay mayor probabilidad de que la persona desarrolle alguna de estas patologías: THP (Trastorno Histriónico de la Personalidad), Trastorno Esquizoide de la Personalidad, Trastorno Evitativo de la Personalidad, TOCP (TrastornoObsesivo-Compulsivo de la Personalidad) o Psicopatía.

2. La fusión emocional (apego ansioso)

En otros casos, la criatura no soporta el malestar pero a la vez no puede separarase de sus cuidadores, por lo que se da una equivalencia psíquica, es decir, se fusiona con ellos para no sentirse abandonada. En este caso, decimos que desarrolla un apego ansioso. Aquí encontramos dos formas de expresar la rabia:

A. Rabia hacia sí misma: el falso yo complaciente

Al no sentir atendidas sus necesidades, la criatura interpreta que el problema está en ella: «Si no me ven, me cuidan o me protegen es porque hay algo malo en mí. Soy defectuosa o insuficiente.» Esto genera sentimientos de culpa y vergüenza, que la llevan a evitar la conexión con su yo real. En su lugar, construye un falso yo complaciente, diseñado para amoldarse a los deseos del entorno con la esperanza de ser aceptada. La rabia queda reprimida, pudiendo salir sólo en ciertos momentos de forma incontrolada o poco adaptativa.

🔹 Consecuencias a nivel de personalidad:                              

  • Desarrollo de un falso yo frágil y dependiente
  • Tendencia a la sumisión y al autosacrificio
  • Dificultad para establecer límites
  • Miedo al rechazo y necesidad excesiva de aprobación
  • Baja autoestima
  • Tendencia a la autoexigencia extrema
  • En el fondo, la persona no sabe quién ni cómo es

A partir de la adolescencia y en la edad adulta, hay mayor probabilidad de que la criatura desarrolle alguno de estos trastornos de personalidad: Trastorno Dependiente de la Personalidad o TLP* (Trastorno Límite de la Personalidad). Además, esta persona es carne de cañón para las personalidades abusivas y es muy probable que establezca relaciones de pareja tóxicas. 

Al no sentir atendidas sus necesidades, la criatura sentirá rabia hacia sí misma o hacia las demás personas

La criatura maltratada puede interpretar: «Si no me ven, me cuidan o me protegen es porque hay algo malo en mí«

B. Rabia hacia los demás: el falso yo controlador

Al no sentir atendidas sus necesidades, la criatura percibe que el peligro está en los otros: «Quien debería cuidarme es una amenaza. Ergo, nadie es de fiar.» Como estrategia de supervivencia, evita la conexión con el entorno y desarrolla un falso yo agresivo y controlador. Su necesidad de protegerse del abandono lo lleva a fingir interés por las personas de forma interesada, sólo cuando le conviene. La parte vulnerable y frágil queda reprimida porque su afloramiento significaría enfrentarse a un dolor demasiado insoportable, que supondría el fin de esa persona.

🔹 Consecuencias a nivel de personalidad:

  • Desarrollo de un falso yo dominante y manipulador
  • Baja autoestima compensada por un falso yo engrandecido
  • Represión profunda de la parte vulnerable y frágil de la personalidad
  • Dificultad para conectar emocionalmente con los demás
  • Tendencia a culpar a otras personas o a factores externos y a evitar la responsabilidad emocional
  • Búsqueda constante de validación
  • Tendencia a explotar o manipular a los demás
  • Tendencia a la mimetización con otras personas
  • Incapacidad de forjar una genuina y auténtica personalidad

A partir de la adolescencia y en la edad adulta, hay mayor probabilidad de que la persona sea una maltratadora, desarrollando un TNP (Trastorno Narcisista de la Personalidad) o también TLP* (Trastorno Límite de la Personalidad).

*La persona con TLP oscilaría entre rabia a sí misma y rabia a hacia las demás.

La criatura maltratada puede interpretar: "Quien debería cuidarme es una amenaza. Ergo, nadie es de fiar"

La criatura maltratada puede interpretar: «Quien debería cuidarme es una amenaza. Ergo, nadie es de fiar«

Señales de alarma tempranas

Estos son algunos indicadores que podrían sugerir que tu pequeña o pequeño está experimentando las secuelas de una relación familiar disfuncional. Por sí solos, no representan una señal definitiva, pero si notas uno o varios de ellos, es recomendable acudir a una especialista para evaluar la situación y descartar otras posibles causas:

  • Falta de juego simbólico (2-4 años) o de juego social (4-12 años)
  • Mutismo selectivo (2-4 años)
  • Angustia extrema ante la separación (apego ansioso, 2-4 años)
  • Excesiva independencia (apego evitativo, 2-4 años)
  • Problemas de atención y dificultades para concentrarse
  • Hiperactividad
  • TDAH de Alto Rendimiento (niños que compensan su hiperactividad con un alto nivel intelectual)
  • Fobia escolar y miedo a la desaprobación
  • Dificultad para expresar emociones u opiniones
  • Problemas de autorregulación emocional e impulsividad
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Juego agresivo o destructivo
  • Trastorno Negativista Desafiante: oposición persistente a figuras de autoridad
  • Expresión de agresividad sin motivo aparente
  • Falta o ausencia de empatía en las interacciones con otras menores
  • Conductas de intimidación o manipulación hacia compañeros
  • Tendencia a mentir o exagerar para conseguir lo que desea

Impacto a largo plazo: patologías y trastornos en la adolescencia y adultez

A medida que la criatura crece, estas estrategias de supervivencia pueden cristalizarse en diversas patologías y trastornos, incluyendo:

🔻 Trastornos de conducta (formas disfuncionales de gestionar la ansiedad):

  • Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) (anorexia, bulimia, trastorno por atracón…)
  • Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
  • Adicciones (alcohol, drogas, tecnología, relaciones tóxicas…)
  • Autoexigencia extrema con estrés crónico
  • Conductas autolesivas y suicidas

🔻 Trastornos de personalidad (formas disfuncionales de defensa):

🔻 Fobias y trastornos de ansiedad (respuestas desadaptativas del sistema nervioso ante el miedo a siuaciones de las que siente que no puede escapar):

  • Tripanofobia (miedo a las agujas, las inyecciones y los pinchazos)
  • Amaxofobia (miedo a conducir)
  • Aerofobia (miedo a volar en avión) (puede ser una fobia en sí o una manifestación de acrofobia)
  • Acrofobia (miedo a las alturas)
  • Agorafobia (miedo a los espacios abiertos o las multitudes)
  • Claustrofobia (miedo a los espacios cerrados)

🔻 Enfermedades físicas relacionadas con el estrés crónico (manifestaciones psicosomáticas del trauma):

  • Metabólicas: obesidad, diabetes
  • Sistema inmunológico: mayor vulnerabilidad a virus y bacterias, enfermedades autoinmunes
  • Gastrointestinales: úlceras gástricas, colitis, gastritis crónica
  • Cardiovasculares: hipertensión, enfermedades del corazón
  • Trastornos hormonales relacionados con el cortisol elevado

🔻 Trastornos emocionales y somatización (expresiones físicas del sufrimiento):

Consejos para sobrevivientes: cómo prevenir en tus criaturas

Criar a unas criaturas siendo sobreviviente de abuso puede resultar un gran reto, pero también una oportunidad de romper con patrones dañinos. Debes esforzarte en generar un ambiente de seguridad y apoyo emocional que les permita crecer con confianza y equilibrio. Además, seguramente tendrás que hacer un doble esfuerzo para compensar la influencia negativa de la «no-crianza» de la otra parte. Sé que, dadas las circunstancias, todo esto puede ser muy complicado y aterrador. Por eso, te dejo unos ítems que puedes usar a modo de guía. Ten en cuenta que en mi acompañamiento trabajamos todo esto de manera muchísimo más amplia y ajustada a vuestras propias circunstancias:

  • Demostrar que tu amor es incondicional: transmitirles que los quieres tal como son, sin intentar cambiarles, independientemente de lo que hagan o cómo se comporten. El amor incondicional es la base de todo.
  • Fomentar un entorno seguro: hacerles sentir que están protegidas y en un espacio donde pueden expresar sus emociones sin miedo al juicio ni al castigo.
  • Promover una comunicación abierta y honesta: crear un ambiente en el que los pequeños se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y pensamientos sin miedo al juicio o a la reprimenda.
  • Establecer rutinas y límites sanos: proporcionar estabilidad y estructura para que las criaturas puedan sentirse seguras. Esto es fundamental.
  • Enseñar habilidades de regulación emocional: ayudarles a identificar y gestionar sus emociones de manera saludable.
  • Reforzar la autoestima y la autoconfianza: valorar sus logros, por pequeños que sean y fomentar la autonomía en todas las áreas, incluida la toma de decisiones.
  • Favorecer el juego y la creatividad. El juego es una vía terapéutica para procesar emociones y mejorar la resiliencia infantil.
  • No hablar mal del abusador, pero tampoco encubrirlo: no insultarlo y mucho menos difamarlo delante de las criaturas, lo que no implica ocultar o mentir sobre su mal comportamiento. Entender la realidad de forma distorsionada es perjudicial para las niñas y niños y para vuestra relación.
  • Ser un ejemplo de honestidad, sinceridad y responsabilidad.
  • Decirles siempre la verdad: no mentirles ni ocultarles la verdad, pero siempre adaptada a su nivel de entendimiento y etapa madurativa.
  • Educarse sobre apego y trauma. Comprender cómo el trauma infantil influye en el desarrollo, ayudará a evitar patrones de crianza dañinos.
  • Buscar apoyo profesional: la terapia es clave en la prevención de problemas más graves en la adultez.
  • Cuidarte a ti misma: una madre emocionalmente estable y con herramientas adecuadas es el pilar fundamental para el bienestar de sus criaturas.

Conclusión: la importancia de una intervención temprana

El impacto de crecer en un entorno disfuncional es profundo y duradero, pero no irreversible. La identificación temprana de las señales y el acceso a un entorno seguro y terapéutico pueden ayudar a la criatura a desarrollar una identidad sana y relaciones seguras en la adultez.

Es crucial que las madres que han sido víctimas de abuso narcisista o psicopático sean conscientes de cómo esta dinámica puede afectar a sus hijos e hijas. Sanar la relación con una misma es el primer paso para ofrecerles a las criaturas una crianza basada en la seguridad, la conexión y el amor incondicional.

Si quieres más información sobre cómo ayudar a tus pequeños a sanar y crecer en un entorno emocionalmente saludable, sigue explorando mi blog o contáctame para acompañarte en este camino. Si tú quieres, no estarás sola.

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Bessel van der Kolk. 2023. El cuerpo lleva la cuenta. Sitges. Editorial Eleftheria S.L.

Manuel Hernández Pacheco. 2020. Apego, disociación y Trauma. Trabajo Práctico con El Modelo Parcuve. Bilbao. Editorial Desclée de Brouwer

Beatriz Cazurro. 2023. Los niños que fuimos, los padres que somos. Barcelona. Editorial
Booket

Jasmin Lee Cori. 2023.La madre emocionalmente ausente. España. Editorial Sirio

Marta Martínez Novoa. 2024. El síndrome de la chica buena. Barcelona. Editorial Zenith

Peter A. Levine. 2021. Sanar el trauma. Móstoles, Madrid. Gaia Ediciones

Joyanna L. Silberg. 2019. El niño superviviente. Curar el trauma del desarrollo y la disociación. Bilbao. Editorial Desclée de Brouwer

Manuel Hernández Pacheco. 2017. Apego y psicopatología: la ansiedad y su origen. Conceptualización y tratamiento de patologías relacionadas con la ansiedad desde una perspectiva integradora. Bilbao. Editorial Desclée de Brouwer

https://continuum.aeped.es/screens/play/285

https://psicologiaalcala.es/3-factores-que-favorecen-el-tdah-en-ninos

https://www.aepnya.eu/index.php/revistaaepnya/article/view/860/794

Licenciada en Psicopedagogía. Profesional PAS certificada.

Eva H. Hernanz

Madrid

contacta@mamaevapsicopedagoga.com

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Locus de control, efecto Pigmalión e indefensión aprendida. Qué son y cómo están relacionados

LOCUS DE CONTROL

El locus de control es un rasgo de personalidad que define a los individuos según la percepción que tienen sobre las causas de lo que les ocurre. O, dicho de otro modo, es la manera en que una persona percibe si el origen de sus propios comportamientos y pensamientos dependen de ella misma o de factores ajenos a ella.

Es decir, una persona con locus de control externo atribuye, principalmente, lo que pasa a su alrededor y su forma de vivirlo, sentirlo o experimentarlo a la suerte, al azar, al destino, al karma, a Dios o a la voluntad de otras personas, pero nunca a sí misma. Por lo tanto, su actitud ante esas circunstancias será mayormente pasiva, pues entiende que no hay nada que ella pueda hacer para cambiar las cosas o para mejorar las emociones o sentimientos que esos hechos le producen. Mientras que una persona con locus de control interno pensará que lo que pasa a su alrededor, especialmente cómo ella lo vive, lo siente o lo experimenta dependen en gran medida de sí misma, de cómo ella lo afronte, de sus capacidades, de las decisiones y de la postura que adopte ante esas circunstancias. De esta forma su actitud ante las cosas que le ocurren será mucho más activa.

Las personas con un locus de control externo:

  • Experimentan impotencia y desesperanza con mayor frecuencia ante diversas situaciones.
  • Sienten que no son capaces de revertir una situación.
  • Atribuyen el éxito a la suerte.

Las personas con un locus de control interno:

  • Asumen la responsabilidad de sus propias acciones o de su inacción.
  • Confían más en sí mismos ante los retos.
  • Son más independientes y felices.
Locus de control y ejemplo de interno y externo
Locus de control y ejemplo de interno y externo

No podemos decidir lo que nos ocurre, pero sí cómo vamos a afrontarlo.

(Locus de control interno)

El locus de control y la felicidad

Una persona con locus de control externo atribuirá la responsabilidad de su felicidad a factores externos: una buena noticia, poder conseguir el trabajo o la casa de sus sueños, tener pareja, que el tendero sea agradable, que le toque la lotería… Del mismo modo culpará de su infelicidad al hecho de recibir una mala noticia, de no tener pareja, de que el tendero sea antipático, de haber discutido alguien, de que no le haya tocado la lotería…  

Muchas personas que están pasando por un proceso depresivo experimentan locus de control externo durante dicho proceso, ya que realmente sienten que no hay nada que puedan hacer para salir de esa situación.

Una persona con locus de control interno atribuye su felicidad a sí misma, independientemente de los acontecimientos que ocurran. Es absolutamente innegable que ciertas circunstancias y vivencias (ruptura o separación sentimental, enfermedad o fallecimiento de un ser querido, problemas de salud o económicos…) obstaculizan seriamente la felicidad y el bienestar. Pero sí que está en nuestra mano afrontarlas de forma algo menos negativa. Por supuesto no debemos dejar de ser realistas, NO AL POSITIVISMO TÓXICO. Debemos permitirnos el tiempo que sea necesario para el duelo, pero a su vez es bueno que vayamos haciendo lo que esté a nuestro alcance en cada momento para mejorar o adaptarnos gradualmente a dichas situaciones. Esto nos facilitará el buscar, en los casos en que existan, posibles soluciones a estas circunstancias.

Como se puede deducir de todo lo anteriormente expuesto, lo recomendable es que tengamos un locus de control interno en la mayoría de las ocasiones. Al tener la percepción de que cómo nos influyan los acontecimientos, depende en gran medida de nuestras propias acciones, actitudes y pensamientos, estaremos percibiendo asimismo que tenemos el control de nuestra vida.

Creer en una persona y cuidar nuestro trato hacia ella, convierte el efecto Pigmalión en una profecía autocumplida
Creer en una persona y cuidar nuestro trato hacia ella, convierte el efecto Pigmalión en una profecía autocumplida

EFECTO PIGMALIÓN

El efecto Pigmalión hace referencia a la influencia potencial que una persona puede ejercer sobre el rendimiento de otra. Tiene estrecha relación con la PROFECÍA AUTOCUMPLIDA, que es una predicción que incita a actuar de forma que dicha predicción se cumpla.

Digamos que el efecto Pigmalión es un tipo específico de PROFECÍA AUTOCUMPLIDA: las expectativas que una persona (por ejemplo, un docente) tiene sobre otra influyen en su comportamiento hacia ella, y ese trato termina favoreciendo que la persona actúe de acuerdo con esas expectativas.

Si una criatura nota que creen en ella, se siente valorada, capaz y la animan a conseguir sus objetivos, aumentarán sus probabilidades de éxito. Si, por el contrario, continuamente se le hace entender que es mala, torpe, que no puede o no es capaz, es muy probable que eso acabe siendo cierto.

A veces os forjamos una idea sobre un alumno o alumna y la tratamos en consecuencia, alimentando la PROFECÍA AUTOCUMPLIDA y el llamado efecto Pigmalión. Hay que tener especial cuidado con esto: lo que transmitimos a una criatura que es, influirá directa e irremediablemente en lo que acabe siendo.

Cuando el esfuerzo deja de parecer útil, la indefensión aprendida apaga la iniciativa antes incluso de intentarlo de nuevo
Cuando el esfuerzo deja de parecer útil, la indefensión aprendida apaga la iniciativa antes incluso de intentarlo de nuevo

INDEFENSIÓN APRENDIDA

La indefensión aprendida hace referencia al comportamiento pasivo de una persona (o un animal) por sentir que es incapaz, que no puede hacer nada para cambiar su situación, tras haberlo intentado anteriormente y no haber obtenido el resultado deseado.

Ante este hecho la persona “aprende” que es inútil realizar cualquier esfuerzo, de modo que dejará de intentarlo. Esto genera, a su vez, un sentimiento de falta de control ante ciertas situaciones, ya que poseerá un locus de control externo. De tal manera, considerará que lo que le ocurre y cómo lo afronta depende de factores ajenos a su persona, razón por la cual siente que no puede hacer nada para cambiarlo. La indefensión aprendida está estrechamente relacionada con las víctimas de maltrato psicológico y abuso narcisista, con el estrés post-traumático complejo que generan estas experiencias, con la depresión, con algunas formas de ansiedad y con otros trastornos que correlacionan la percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación.

Ejemplos de indefensión aprendida

  • Si a una criatura, cada vez que tiene un problema, sus padres no le escuchan, no le ayudan o no le apoyan, esa personita aprenderá que es inútil contarle sus problemas a sus figuras de apego, ya que no servirá de nada. De este modo, en algún momento, dejará de hacerlo y de buscar consuelo en su madre y su padre, produciéndose un importante deterioro en la confianza y la comunicación entre ellos.

  • Si a una pequeña, cada vez que intenta realizar una acción, tal como trepar por una estructura, su madre, por miedo a que se lastime, le dice frases del tipo: «no lo hagas porque no puedes«, «¿ves? Sabía que te ibas a caer, eres muy pequeña para esto«, «esos niños sí pueden porque lo han hecho más veces, pero tú no sabes«… Probablemente llegará un momento en el que la menor deje de intentarlo.

En este segundo caso, al final se hará realidad la profecía autocumplida (efecto Pigmalión), ya que el niño llegará a creer que no es capaz.

  • Si un alumno experimenta que, por más que se esfuerce en una asignatura, no es capaz de aprobar ningún examen, es muy probable que deje de esforzarse, con lo cual, no aprobará.

Pongamos que en este tercer ejemplo la profesora le ha estado diciendo al niño en reiteradas ocasiones que es un vago, que no sirve para estudiar, que no va a llegar a nada en la vida… Al cabo del tiempo estas palabras, junto con la indefensión aprendida de la criatura, acaban confirmando el efecto Pigmalión.

https://www.psicoadapta.es/blog/locus-de-control/

https://www.psicoadapta.es/blog/que-es-la-indefension-aprendida/

https://www.psicoadapta.es/blog/que-es-el-efecto-pigmalion/

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Licenciada en Psicopedagogía. Profesional PAS certificada.

Eva H. Hernanz

Madrid

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